El juez Ruz cae en la picota del PP
- Francisco Elorriaga
- 11 dic 2014
- 2 Min. de lectura
El caso Gürtel, una de las mayores tramas de corrupción en la historia de la democracia española, se ha cobrado su primera víctima. Un error sería pensar que esta víctima es alguno de los que se sientan en el banquillo. “Si no te gustan las cartas, cambia al crupier”, ha debido pensar el alto mando del Partido Popular, una idea que se ha materializado en que la plaza en la Audiencia Nacional del juez Ruz ha salido a concurso.
¿A quién se le ocurre buscar las cosquillas y husmear en los impolutos trapos del partido de Mariano Rajoy? El juez Pablo Ruz ha pagado caro su osadía y su cadáver quedará expuesto junto al de otros insensatos que buscaron encerrar a los corruptos. Esta decisión favorece al Partido Popular, imputado tanto en la trama Gürtel como en el caso de “los papeles de Bárcenas”.
No obstante, el Poder Judicial da un brochazo de color a esta negra historia asegurando que Pablo Ruz podrá solicitar una prórroga en la instrucción de estos casos como juez de refuerzo, al tener estos gran relevancia política y judicial. El hecho de que pueda solicitar un tiempo extra no significa que vayan a otorgárselo. Este anexo parece querer camuflar la aberración consistente en librarse de un juez que se encuentra en medio de una investigación de corrupción contra el partido del Gobierno.
Otro detalle que matiza esta opción de la que tanto se habla es que esta prórroga solo se otorgará si la investigación se encuentra próxima a su fin. Parece raro que esto pueda darse en un caso en el que constantemente están apareciendo nuevos papeles y documentos que alargan esta investigación. Otro detalle que se escapa a las explicaciones del Poder Judicial es que, siendo nombrado juez de refuerzo, Pablo Ruz únicamente podría encargarse del trámite y resolución de los nuevos datos y no de aquellos investigados hasta el momento, estos últimos estarían a cargo del juez titular. Si esto no se cumpliese podría declararse la nulidad del proceso judicial.
Al deshacerse del juez Ruz el Partido Popular se ha quitado de en medio a uno de los pocos jueces que se ha atrevido a investigar en sus numerosos trapos sucios. La famosa “cacería contra el PP” que esgrimían los populares ha acabado por convertirse en un reguero de cadáveres de aquellos que creen en una justicia para todos y en uno gobernantes diligentes.
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